lunes, 11 de octubre de 2010

La lluvia inunda las urgencias del hospital de Martorell

Los bomberos realizan casi 400 salidas a causa de los aguaceros.

Cuatro valientes se hicieron ayer con sus tablas de surf y se lanzaron al mar en la playa de Sant Pol, en S'Agaró (Baix Empordà). Querían aprovechar las olas de hasta cinco metros que el temporal de lluvia y viento originó ayer en algunos puntos de la Costa Brava. Pero aparte de estos afortunados que supieron sacarle partido, el primer temporal de otoño que azota Cataluña desde la medianoche del sábado dejó inundaciones y destrozos en plantas bajas, pasos subterráneos y árboles caídos por el territorio.

Girona y Barcelona fueron las provincias más afectadas, con hasta 90 litros de agua por metro cuadrado. A las cinco de la tarde, los bomberos habían hecho 385 salidas, la mayoría en el Baix Llobregat y el Vallès Occidental.

La peor parte les tocó a los pacientes del hospital de Martorell (Baix Llobregat). El agua anegó en la madrugada del domingo los subterráneos 1 y 2 del centro médico, que tuvo que cerrar el servicio de urgencias y los quirófanos. Una parturienta tuvo que ser trasladada a un hospital en Barcelona y el resto de los enfermos se derivaron a los ambulatorios del municipio. A las tres de la tarde, el centro recuperó la normalidad, aunque algunas áreas continuaban cerradas.

En el mismo municipio, el río Anoia, afluente del Llobregat, creció hasta desbordarse. El agua se llevó por delante tres furgonetas y otros tantos coches estacionados en un aparcamiento en la orilla del río. También tres vehículos fueron arrastrados por la fuerza de las aguas. La Agencia Catalana del Agua también advirtió del estado de algunos embalses. El Foix, en Barcelona, empezó ayer a rebosar a causa de la lluvia, pero sin causar daños.

También en el Baix Llobregat, el temporal derribó un muro del centro penitenciario de Can Brians 1, en Sant Esteve de Sesrovires. Las internas del módulo 2 tuvieron que ser trasladas. La consejera de Justicia, Montserrat Tura, informó desde la red social Twitter del accidente: "Salgo de la prisión de Brians 1, donde los aguaceros de esta noche han producido muchos problemas y la caída de un muro. La recuperación de la normalidad tiene que ser inmediata".

En Tortosa (Baix Ebre), dos casas del barrio viejo del municipio se vinieron abajo la noche del sábado por culpa de las lluvias. No hubo heridos porque en los edificios, que estaban muy deteriorados, no vivía nadie. En Castellar del Vallès (Vallès Occidental) los bomberos rescataron a dos vecinos de un inmueble porque la tromba de agua derribó el muro de su vivienda. Además, unos 2.000 abonados de Endesa de una veintena de municipios de Barcelona, Tarragona y Girona se quedaron sin luz unas horas.

La lluvia también afectó a las carreteras. Durante varias horas fue imposible llegar al monasterio de Montserrat ni por carretera ni con el tren cremallera, a causa de desprendimientos. En total, seis carreteras a su paso por Barcelona, Tarragona y Girona se vieron afectadas por las lluvias. Incluso la N-II permaneció cortada a primera hora a su paso por Sant Andreu de Llavaneres (Maresme).

Por la tarde, Protección Civil activó la alerta por el mal estado del mar, que se tradujo en olas de hasta cinco metros en la Costa Brava. Se preveía que la situación se prolongase también durante la noche, lo que previsiblemente impedirá a los pescadores de las comarcas gerundenses salir a faenar.

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