viernes, 20 de agosto de 2010

Más de mil kilómetros de la cuenca Miño-Sil tienen riesgo de inundación

Los tramos urbanos más relevantes, susceptibles de sufrir crecidas, son Ourense, Ribadavia, Leiro, O Barco y Baños de Molgas

Un estudio para determinar las zonas inundables de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil cifra en 1.119 los kilometros de ríos que presentan riesgos de inundación. Entre los tramos más relevantes, susceptibles de experimentar crecidas que trasciendan a los cauces, se encuentran algunas zonas urbanas, como serían de la ciudad de Ourense, y espacios como Ribadavia, Leiro, Baños de Molgas y O Barco, según fuentes de la Confederación Hidrográfica.


La inundabilidad urbana afectaría, asimismo, a Lugo, Sarria, Monforte y el Alto Miño de una parte, y a Ponteareas y al Miño en los tramos que van desde A Quinta de Fillaboa, en Salvaterra, a Tui (Pontevedra), de otra. En el área del Bierzo, las zonas más significativas son Palacios del Sil, Toreno, Villafranca del Bierzo, Cacabelos, Carracedelo, Ponferrada e Igüeña.

El presidente de la Confederación, Francisco Fernández Liñares, señala que al estar 'bajo un contexto de cambio climático, estudios de estas características resultan especialmente necesarios', pues las crecidas tenderán a ser cada vez más comunes, y de ahí la importancia de 'detectar con antelación las zonas conflictivas'.

Liñares enfatiza que, pese a los más de mil kilómetros de ríos bajo riesgo de inundación que existen en la cuenca Miño-Sil, 'ello no significa que el riesgo se extienda a las personas'. Eso, descartado. En parte, porque 'nuestra cuenca transcurre en un territorio con muchas pendientes que a su vez derivan en microcuencas, y no es previsible un escenario de amenaza como sí puede darse en otras partes de España'.

¿La ciudad? Su vinculación con el Miño, que la cruza por la mitad, presenta una singularidad determinada por el embalse de Velle. 'Éste ejerce de regulador -señala Fernández Liñares- en sentido tanto negativo, como positivo, bajo un régimen de explotación totalmente legal'. Negativo, porque puede provocar crecidas durante dos, tres, cinco horas a lo más. Positivo porque cuando llueve mucho, contiene el agua. En cualquier caso, 'tampoco veo riesgo alguno para la ciudad'. Si la población parece estar a salvo de los efectos de posibles crecidas, no cabe decir lo mismo de las zonas de cultivos, de alto interés económico. El presidente de la Confederación señala tres puntos 'sensibles': a Terra Chá en Lugo, el Bierzo en León, y A Limia en Ourense.


El estudio para determinar las zonas inundables y prevenir posibles daños abarca más de 7.000 kilómetros de ríos tanto en las cuencas Miño-Sil, como en las del Cantábrico, Duero, Júcar y Segura. Se trata de los primeros pasos para la implantación de una directiva europea. En el caso del Miño-Sil, los trabajos preliminares no sólo acotan 1.119 kilómetros de riesgo, al tiempo detectan 22 kilometros cuadrados de áreas torrenciales, de las que el 90 % serán objeto de análisis al existir riesgo potencial para los ciudadanos.

Ante la necesidad de adaptarse a las directrices comunitarias, el Ministerio de Medio Ambiente impulsa también el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, una aplicación informática que permite visualizar, sobre mapas catastrales y fotografías aéreas entre otras opciones, los estudios de delimitación del Dominio Público Hidráulico y los mapas de peligrosidad de inundaciones de todo el territorio nacional.

martes, 17 de agosto de 2010

El PGO advierte del peligro de torrentes en el camping de Deva

El documento indica que el riesgo es «bajo», pero recomienda evitar la instalación de nuevos elementos vulnerables

El Camping Municipal de Deva está instalado en un lugar propenso a sufrir torrentes. Así lo asegura la revisión del Plan General de Ordenación (PGO), que es claro al indicar en su 'Estudio de riesgos' que «la única zona torrencial en la que se reconoce una situación de riesgo coincide con el Camping Municipal de Deva, en la cuenca hidrográfica del río Peñafrancia». Las inundaciones y la torrencialidad es uno de los riesgos que analiza el documento que salió a información pública el pasado siete de agosto durante un plazo de dos meses. El estudio añade que el camping de Deva «se encuentra ubicado sobre un depósito de naturaleza torrencial», aunque considera que el riesgo al que se ve sometido el equipamiento turístico es «bajo».
Aunque no se esperan avenidas torrenciales en la zona, el estudio apunta que «no es recomendable la instalación en estas zonas de nuevos elementos con un grado elevado de exposición y vulnerabilidad».
La Confederación Hidrográfica del Cantábrico elaboró un informe para la prevención de inundaciones en el municipio gijonés, máxime teniendo en cuenta el historial de episodios de este tipo sufridos en el concejo tanto en el propio casco urbano y sus alrededores como en Fontaciera, La Camocha o Granda.
El PGO también analiza otros riesgos naturales, como pueden ser los desprendimientos y resalta especialmente las inmediaciones del Cabo Torres, de las que apunta el «alto riesgo de desprendimiento de masas rocosas». Dentro de su análisis, destaca que hay lugares «en los que es muy probable que se produzcan nuevos desprendimientos con desigual volumen, que pueden causar daños importantes. Es el caso del cantil que se presenta por encima de El Muselín».
Deslizamientos y socavones
En cuanto a los deslizamientos de tierras, el 'Estudio de riesgos' presta especial atención a las escombreras, en concreto a las de La Camocha, Aceralia, Sotiello y las balsas de Pinzales, además de otros puntos en los que se han advertido pequeños corrimientos de tierras, debido fundamentalmente a la presencia de arcillas en el terreno.
Algunas zonas del municipio en las que se han detectado este tipo de deslizamientos son Serín y los valles de Veranes, Llantones, La Olla-Rioseco y Caldones-El Meredal. Sobre éste último, el estudio destaca «los espectaculares deslizamientos acaecidos en la ladera Norte del Pico del Sol, en el entorno de Santa Cecilia».
Pero es que también se apuntan los hundimientos, con la existencia de dolinas -depresiones con paredes muy inclinadas- en zonas como Vistalegre, en la subida al Alto de La Madera, en la vía de servicio de Veranes o la urbanización de Lloreda. Una depresión aún mayor, considerada una uvala -unión de varias dolinas-, se localiza en La Hoya de Casares (Porceyo).
El casco urbano de Gijón también presenta sus problemas, especialmente en las inmediaciones de la Puerta la Villa y la plaza del Carmen, debido a las características de su subsuelo.
También terremotos
La inestabilidad del terreno también afecta a las zonas costeras, especialmente a los acantilados cuarcíticos del Cabo Torres o en los de las playas de Peñarrubia, Estaño, Centollera y La Ñora, en el Cerro de Santa Catalina o en las inmediaciones de Rosario Acuña.
El PGO ofrece un completísimo estudio de los riesgos a los que se enfrenta el municipio y estudia tanto los naturales como los inducidos por el hombre. Entre los primeros también se encuentran los terremotos, cuya incidencia «puede considerarse mínima, salto pequeñas repercusiones marginales asociadas a fonomenología reciente, como es el caso de los fenómenos sísmicos en toda el área cantábrica en relación con la Falla de Ventaniella».
Esa falla atraviesa el Principado de Asturias y pasa por el puerto pongueto de Vantaniella, en línea recta, hasta salir por la ría de Avilés y adentrarse en el Mar Cantábrico. El 22 de mayo de 1997 se llegaron a registrar en la ciudad temblores que alcanzaron una magnitud de 5,1 en la escala de Richter. A pesar de todo, aunque «el riesgo sísmico no es nulo, es muy bajo», apunta el 'Estudio de riesgos' incluido en la revisión del PGO.
¿A qué otros riesgos naturales se enfrenta Gijón? Uno de ellos puede ser la sal existente en el subsuelo de la mayor parte de la zona urbana, lo que podría obligar a la utilización de cementos especiales para la construcción de cimientos, «fundamentalmente en la parte más próxima al mar».
El motivo es que el agua de la mar se filtra en el subsuelo. No hay más que comprobar cómo en muchas obras de construcción los operarios se tienen que enfrentar a continuas inundaciones por el agua procedente del nivel freático. Ese agua procede de la mar, por lo que tiene un alto contenido en sal. Es esa sal la que puede presentar un problema para la construcción, ya que puede afectar a la cimentación de los edificios y suponer un peligro para su estabilidad.

Espectaculares inundaciones en Murcia

Las fuertes precipitaciones en la localidad murciana de Águilas han provocado inundaciones y arrastres de coches aparcados en las ramblas al mar

Las intensas lluvias en Águilas están sembrando el caos en la localidad murciana tras las fuertes precipitaciones, que han provocado inundaciones y arrastres de coches aparcados en las ramblas al mar.
Las lluvias han provocado el corte al tráfico de algunas carreteras de la zona, tanto a nivel estatal como autonómico, lo que ha provocado que el personal de la UME se haya desplazado a la localidad con autobombas, máquinas mixtas, minimáquinas, y una ambulancia, entre otros. Además, la Patrulla Territorial de Mazarrón y de Águilas de la Guardia Civil, así como la Unidad de Seguridad Ciudadana y Rural se encuentran trabajando en apoyo de la situación de emergencia en Águilas, Puntas de Calnegre y Ramonete, éstas dos últimas pertenecientes al término municipal de Lorca.

La misma fuente ha informado además de que se ha activado el nivel 1 del Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (Inunmur) en la Región de Murcia.

Récord de precipitaciones en Totana
Hasta el mediodía de hoy, Totana era el municipio con mayor nivel de precipitaciones: 48,6 litros por metro cuadrado acumulados durante la mañana. Le seguía Águilas, con 33,4 y Lorca con 31,5. Mazarrón y Bullas, con entorno a 20 litros, han sido otras de las poblaciones más pasadas por agua.

Con todo los mayores problemas han estado relacionados más con la intensidad de las precipitaciones que con su cantidad.

En toda la Región la situación metereólogica es de lluvias dispersas e intermitentes, de débiles a moderadas, aunque no se descartan episodios de precipitaciones intensas como los del Guadalentín. Actuamente Metereología no tiene registrado ningún núcleo significativo de la borrasca activo, salvo uno frente a las costas de Mazarrón no muy activo.

Fuente: www.abc.es